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domingo, 26 de junio de 2016

Culteranismo y Conceptismo

Culteranismo

El culteranismo es una corriente literaria del barroco español dentro de la más general del conceptismo, con el cual comparte la intención de intensificar la expresión separándola del equilibrio y claridad clásica, pero en lugar de la condensación de significados propia del conceptismo más característico, aboga por la perífrasis embellecedora y la elusión del vocabulario común, utilizando para ello latinización de la sintaxis y el léxico mediante el hipérbaton y los cultismos; recurre además a las metáforas puras y las perífrasis elusivas, a menudo con referentes de la mitología clásica.
Se conoce a esta estética también como gongorismo a causa de su mayor exponente español, el poeta cordobés Luis de Góngora, que contribuyó a formarla y le dio su forma definitiva.

En otros países existió una estética semejante: en Italia el marinismo (por el poeta Gianbattista Marino, 1569-1625); el preciosismo en Francia (Vincent Voiture, 1598-164 8) y el eufuismo en Gran Bretaña (John Lyly, 1553-1606), por cierto que desde un precedente del siglo XVI español, fray Antonio de Guevara.
La denominación «culteranismo» surgió como término despectivo creado desde un juego conceptista, con la mezcla de dos palabras: «culto» y «luterano», para parangonar a los culteranos con herejes de la verdadera poesía y señalar a los autores y destinatarios de su poesía: los cultos. Se trató de una rama de la estética barroca del Conceptismo en cuanto dificulta cortesanamente el entendimiento de la obra literaria, no mediante la concisión y la concentración de significado (la llamadaagudeza de Baltasar Gracián), como era lo habitual, sino mediante su dispersión y organización en forma de enigma para ejercitar la cultura y la inteligencia al descifrar una forma más dilatada y sensorial. En las artes plásticas este arte se refleja por medio de la utilización de emblemas y alegorías.

Conceptismo

El conceptismo se caracteriza por buscar una concisión exacta en la expresión que concentre el máximo significado en las menores palabras posibles (mot juste), de manera tal que incluso se concentren varios sentidos, aunque con pertinencia al tema o caso que se trate. De este modo se crea una frecuente polisemia casi siempre con la intención cortesana de presumir de ingenio para suscitar la admiración o aprobación de un auditorio exigente o culto, o para justificar o mantener el mecenazgo de algún noble.
El conceptismo opera con los significados de las palabras y con las relaciones ingeniosas entre ellas, para lo cual se sirve de un gran conocimiento y práctica de la disciplina retórica. Sus recursos formales más usuales son la elipsis, el zeugma, la anfibología y polisemia, la antítesis, el equívoco, la paradoja o la paronomasia, siempre en búsqueda de un laconismo sentencioso, para lo cual se inspira en el trabajado y retórico estilo de la Edad de Plata de la literatura latina, especialmente en autores como Ovidio, Séneca, Tácito y Marcial.

Al igual que el culteranismo o gongorismo, el conceptismo, en la línea de toda la estética manierista y barroca, propone como valor estético la dificultad del lenguaje literario, que busca singularizarse y refinarse cortesanamente, frente a la llaneza de la lengua del Renacimiento, sentida como vulgarizante.

jueves, 9 de junio de 2016

El legado del Barroco

Literatura del barroco

El Barroco es un movimiento artístico y cultural dominante en el siglo XVII caracterizado por una evolución de las ideas y aspectos temáticos y formales del Renacimiento. La visiónneoplatónica e idealista del mundo renacentista entra en crisis, se hace compleja, conflictiva y contradictoria. Los recursos formales se intensifican en la búsqueda de nuevos caminos para la expresión artística.
Al principio el término barroco no se utilizó más que para las artes plásticas, es en los años 1820 cuando se empieza a hablar de barroco literario, aunque su período de influencia se ubica entre los siglos XVI y XVII dando la idea de que el movimiento afectó no sólo a la forma y a la plástica, sino también a las formas literarias. Aún más importante, asumir la existencia de un barroco literario supone asumir el barroco como un movimiento de tipo ideológico, no sólo formal y ver su profunda relación con la Contrarreforma. Sin embargo, esto llevó a algunos mucho más allá, negando su relación con el Renacimiento y presentándolo como un movimiento enfrentado, lo que tampoco es verdadero.
El barroco trae consigo mismo una renovación de técnicas y de estilos. En Europa, y sobre todo en España, la Contrarreforma influye en gran medida sobre este movimiento; las expresiones italianas que llegaban desde el Renacimiento se asimilan pero al mismo tiempo se españolizan y las técnicas y estilos se adaptan aún más a la tradición española.
Los poetas barrocos del siglo XVII, mezclaron estrofas tradicionales con las nuevas, así cultivaron el terceto, el cuarteto, el soneto y la redondilla. Se sirvieron de copiosas figuras retóricas de todo tipo, buscando una disposición formal recargada. No supone una ruptura con el clasicismo renacentista, sino que se intensifican los recursos estilísticos del arte renacentista, en busca de una complejidad ornamental, en busca de la exageración de los recursos dirigidos a los sentidos, hasta llegar a un enquistamiento de lo formal.